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¡Ayúdanos a recuperar bosques incendiados!

Bosque quemado en el valle del Tiétar

En la noche del 28 de julio de 2025 se inició un incendio forestal en el valle del Tiétar (Ávila). Arrasó más de 2.200 hectáreas, afectando gravemente a los bosques de esta comarca montañosa, gran parte de la cual pertenece al espacio protegido “Parque Regional de la Sierra de Gredos”. Afectó a los términos de Cuevas del Valle, Mombeltrán, El Arenal y Arenas de San Pedro. En 2009 otro incendio quemó más de 4.000 hectáreas en la misma zona.

Bosque quemado en el valle del Tiétar

La Junta de Castilla y León es la administración competente para gestionar los trabajos de recuperación post incendio. Tras evaluar el estado del monte, sus técnicos han llegado a la conclusión de que esta vez el arbolado no se recuperará autónomamente. Esto es así debido al escaso tiempo transcurrido entre ambos incendios, ya que el arbolado crecido después de 2009 se ha calcinado sin que le diera tiempo a madurar lo suficiente para producir semilla. El banco de semillas del suelo se ha quemado también. Por ello es necesario reforestar.

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Laderas quemadas en el verano de 2025. Foto: Junta de Castilla y León.

Se puede reforestar mediante plantación o mediante siembra

La reforestación puede realizarse mediante plantación y/o mediante siembra.

La siembra permite trabajar en lugares menos accesibles en vehículo. Es menos costosa, ya que no es necesario producir previamente un plantón.

Por otro lado, los árboles crecidos de semilla in situ no experimentan el estrés post plantación que sí sufren los arbolillos procedentes de vivero, pues la proporción raíz/tronco es más favorable. Esto se debe a que las plantas producidas en vivero disponen de más agua y nutrientes que las germinadas y crecidas en el monte, por lo cual invierten menos energía en desarrollar la raíz y, por este motivo, una vez trasplantadas tienen menos acceso a la humedad y a los nutrientes. Sin embargo, el bajo porcentaje de germinación de las semillas exige la siembra de enormes cantidades para poder obtener el resultado deseado.

El pino resinero

En la península Ibérica crecen de modo natural seis especies de pino. Cada una de ellas está adaptada a unas condiciones climáticas y edáficas particulares. Los pinos pueden ser la especie dominante o aparecer mezclados con otras coníferas (enebros y sabinas) y con especies frondosas (encinas, quejigos, robles…). La especie predominante en la zona quemada es el pino resinero, también llamado rodeno o negral. Es una especie autóctona, adaptada a suelos pobres y poco profundos. Ha desarrollado dos propiedades que le hacen resiliente ante los incendios forestales:

  • Una corteza gruesa para proteger las partes vitales del tronco.
  • Un porcentaje de piñas serótinas, que permanecen años en el árbol. Cuando se produce un incendio se abren diseminando una gran cantidad de piñones. De este modo la especie asegura su permanencia, aunque los árboles mueran debido al fuego.

El pino rodeno se adapta bien a suelos poco fértiles, en los que se desarrolla mejor que otras especies más exigentes. Crece más rápido que las frondosas como las encinas, los alcornoques y los robles. Por estas razones es empleado también como especie pionera en las reforestaciones.

Transcurridos unos años se podrán plantar otras especies que se beneficiarán de la sombra de los pinos. Por ejemplo, la encina, que en sus primeros años se desarrolla mejor si está sombreada. Las acículas, corteza y ramillas caídas y los exudados producidos por sus raíces fertiliizarán el suelo. Con el tiempo, otras especies podrán beneficiarse de la presencia de los pinos y la vegetación natural irá restituyéndose.

Vamos a recuperar el monte sembrando

Este proyecto consiste en reforestar mediante siembra. Para ello es necesario recoger la mayor cantidad posible de piñones, procedentes tanto de los árboles con piñas aún viables que queden en la zona incendiada como de los lotes de cortas asignados a las empresas madereras que trabajan en la comarca. Esta fase del proyecto se llevará a cabo en diciembre de 2025 y enero y febrero de 2026.

Los piñones serán extraídos y almacenados por personal de la Junta de Castilla y León. A finales de invierno y principios de primavera de 2026 se sembrarán, siendo esta la segunda fase del proyecto.

La reforestación mediante siembra pretende conseguir una buena cobertura del suelo en el plazo de meses a partir de los pequeños pinos nacidos de los piñones. Esta cobertura del suelo asegura su protección frente a la erosión producida por la lluvia y el viento.

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Pinar de pino resinero. Foto: Reforesta

Tú puedes ayudarnos

Si quieres participar en las jornadas de voluntariado para la reforestación del valle del Tiétar, te recomendamos que estés atento a la sección Hazte Voluntario de esta web para ver a tiempo las convocatorias. Otra opción es cumplimentar y enviar el formulario que hay en esa misma sección y, de ese modo, te enviaremos las convocatorias de todas nuestras actividades a tu dirección de correo electrónico.

Agradecemos la colaboración de Matrix Renewables, Esprinet Ibérica, Fabletics y Taller de Musics.