Calculadoras de Carbono

Las bombillas producen luz gracias a la electricidad que consumen. En el mercado hay varios tipos de bombillas: incandescentes, de bajo consumo, leds... La potencia luminosa se mide en lumen: cuanta menos energía gaste una bombilla para dar una determinada cantidad de lumen más eficiente es. Eficiencia y ahorro son dos acciones muy importantes para hacer un uso responsable de la energía. Responde a estas preguntas para conocer tu contribución al ahorro de energía.

Cuando apagamos la tele con el mando no la apagamos del todo. Queda en un estado latente que consume alrededor de una cuarta parte de la energía que usa cuando está completamente encendida. Por eso debemos apagar la TV desde el botón del aparato, mejor que con el mando.

Con el ordenador ocurre lo mismo que con la TV: si vas a estar un buen rato sin usarlo, mejor apagarlo totalmente o dejarlo en hibernación que dejarlo suspendido.

Ahorrar agua y energía es importante para que nuestro planeta siga siendo un buen sitio para vivir. Cuando nos duchamos logramos ahorrar, de media, 150 l. de agua. Generalmente usamos agua caliente y, recuerda, para calentar agua se necesita gas o electricidad, por lo cual generamos gases de efecto invernadero, que son los responsables de la alteración del clima. Por tanto, si te duchas no solo ahorras agua sino que produces cuatro veces menos CO2 que cuando te bañas.

Cada tonelada de papel que se recicla evita que se talen 3,14 toneladas de árboles y se consuman algo más de 0,5 toneladas equivalentes de petróleo. Además, si reciclas tu papel usado, haces posible la fabricación de papel reciclado, que produce muchos beneficios para nuestro planeta. Por ejemplo, en comparación con el papel normal, producir un paquete de 500 folios de papel reciclado requiere un 10% menos de agua, un 55% menos de energía y evita la emisión de casi 3 kg de gases de efecto invernadero.

Almacenar agua, distribuirla hasta los pueblos y ciudades, potabilizarla y, posteriormente, depurarla, exige un considerable gasto de energía. Este gasto de energía, a su vez, genera emisiones de CO2 que ascienden a 4 kg por m3 de agua. Por eso, ahorrar agua no solo es importante por el agua en sí, sino porque evitamos emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera.

La opción más ecológica es reutilizar el vidrio pero, hasta que vuelva a implantarse en España un sistema de reutilización de vidrio, nos queda otra valiosa posibilidad: el reciclado. Al reciclar vidrio produces menos basura, reduces la contaminación del aire, evitas la extracción de recursos y la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero.

Aquí nos referimos a los envases que van al contenedor amarillo: principalmente plásticos, latas y briks. Lo primero que debemos hacer es evitar comprar productos sobreenvasados; por ejemplo, la típica bolsa de magdalenas donde cada magdalena viene a su vez envuelta en plástico. Pero siempre van a quedarnos residuos de envases y, si los reciclamos en lugar de mezclarlos con otros residuos, disminuiremos el daño a la naturaleza, ahorraremos agua, energía y, en consecuencia, disminuiremos también las emisiones de gases de efecto invernadero, que tanto perjudican al clima.

En España, el transporte es responsable de un 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En las ciudades, en torno a la mitad de los trayectos en coche tienen un recorrido inferior a los 3 km; como en los primeros km el motor aún no está caliente, el vehículo gasta más. En estos trayectos cortos tenemos dos alternativas beneficiosas para el clima y para la salud: caminar o ir en bici. Si finalmente tenemos que usar el transporte motorizado, la opción que menos daña al clima es el transporte público. Y, si vuestros padres deciden llevaros al colegio o instituto en coche, proponedles que se pongan de acuerdo con otros padres, para compartir el coche y reducir a la mitad las emisiones de CO2.