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Plantamos olmos resistentes a la grafiosis

Olmos resistentes a la grafiosis en furgoneta

Los olmos son árboles de gran importancia ecológica y cultural en Europa. Han dado nombre a pueblos, calles, plazas e incluso familias. Superan los 30 metros de altura y alcanzan los 2 metros de diámetro. España cuenta con tres especies autóctonas: el olmo común (Ulmus minor), el olmo de montaña (Ulmus glabra) y el olmo temblón (Ulmus laevis). Hay un cuarto ampliamente extendido y de origen asiático que es el olmo siberiano (Ulmus pumila), el más frecuente por su resistencia a la grafiosis.

El Centro de Recursos Genéticos Forestales donó los olmos
El Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales donó los olmos resistentes a la grafiosis

Grafiosis, la enfermedad que estuvo a punto de acabar con los olmos

La grafiosis del olmo (Ceratocystis ulmi) es una enfermedad provocada por dos hongos (Ophiostoma ulmi y Ophiostoma novo-ulmi). La transmiten escolítidos o barrenillos (pequeños escarabajos). A principios de la primavera los escolítidos salen de sus galerías llevando consigo esporas del hongo y vuelan en busca de troncos o ramas de árboles moribundos para realizar nuevas puestas. Esta enfermedad ha causado la muerte masiva de los olmos en toda Europa y América.

En Europa se detectó la enfermedad por primera vez a principios del siglo XX y, en España, a mediados de la década de los 30. El origen de los hongos no se ha podido determinar con seguridad, aunque se cree que proceden de Asia. Aunque la grafiosis mató en un inicio a muchos árboles, otros resistieron llegando a un equilibrio ecológico. No obstante, a principios de los 70 se produjo un brote de la enfermedad más virulento. Esto provocó la muerte de olmedas y olmos centenarios que habían conseguido sobrevivir a la primera infección.

Cuando los olmos alcanzan un cierto diámetro se acelera la expansión del hongo. Este obstruye los vasos por los que circula la savia, causando el decaimiento de la copa y la muerte del árbol. El gran brote de grafiosis surgido por la llegada del segundo hongo era capaz de acabar con un olmo en menos de un año; en 1986 se estimó que el 82% de las olmedas españolas estaban afectadas.

Uno de los olmos resistentes a la grafiosis plantados por Reforesta en Zaragoza, en colaboración con la ONG Fondo Natural
Uno de los olmos resistentes a la grafiosis plantados en Zaragoza por Reforesta en colaboración con la ONG Fondo Natural

El programa de salvación de los olmos

En un esfuerzo por salvar los olmos varios países emprendieron iniciativas para propagar, conservar y caracterizar ejemplares de olmos. En 1986 se inició en España el Programa Nacional de Mejora y Conservación de los Recursos Genéticos de los Olmos Ibéricos, promovido por el Ministerio de Agricultura con investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid. Tras más de 25 años de trabajo se consiguieron en 2013 siete clones de Ulmus minor resistentes a la grafiosis.

En la temporada de plantación 2022-2023 el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico donó a Reforesta 600 olmos comunes resistentes a la grafiosis. En 2025 ha donado otros 800. La participación de Reforesta en la recuperación de los olmos ibéricos cuenta con la colaboración de varias empresas, de las ONG Fondo Natural y Brinzal, de la Diputación de Barcelona y de la Comunidad de Madrid.

Si quieres ampliar la información, consulta esta página. Y si quieres ver un short en Youtube, clica aquí.

Olmos en la furgoneta con destino a la reserva de los Galachos del Ebro, en Zaragoza. Diciembre de 2025
Olmos en la furgoneta con destino a la reserva de los Galachos del Ebro, en Zaragoza. Diciembre de 2025

Por Blanca Elez