El cambio climático provocará cambios rotundos en los ecosistemas áridos. Una investigación de la Universidad de Alicante muestra que el incremento de la aridez puede intensificar de forma dramática la sequedad y alterar la capacidad para albergar vida.
Las zonas áridas ocupan aproximadamente el 41% de la superficie terrestre y albergan a un tercio de la población mundial. En estos entornos, la vida está muy condicionada por la aridez, es decir, el equilibrio entre cantidad de agua procedente de lluvia y la que se pierde por evaporación. Y la aridez está aumentando a nivel global debido al cambio climático.
En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, Reforesta recuerda que nuestro país es muy vulnerable a la desertificación. Este proceso consiste en la degradación de la tierra y la pérdida de su productividad ecológica y económica.